El Tribunal Supremo británico ha
anulado dos condenas impuestas al líder republicano Gerry Adams por
tratar de escapar de prisión, impuestas hace más de 40 años. El tribunal
reconoce que Adams fue encarcelado sin juicio de forma ilegal, por lo
que también fueron nulas las sentencias por intentar huir. Adams ha
instado a revisar otras condenas.
Desde Naiz desarrollan la información de la siguiente manera (sin editar).- El Tribunal Supremo del Reino Unido ha anulado dos
condenas impuestas al histórico dirigente republicano Gerry Adams,
expresidente de Sinn Féin, por tratar de escapar de la prisión en la que
fue recluido sin juicio hace 47 años.
La más alta instancia judicial británica considera que Adams fue detenido de manera ilegal y que su ingreso en la prisión norirlandesa del Maze también fue irregular, circunstancias que invalidan cualquier acción posterior.
Adams, de 71 años, trató de escapar de ese campo de internamiento, también conocido como Long Kesh (al suroeste de Belfast), en la Nochebuena de 1973 y de nuevo en julio de 1974, fugas por las que fue condenado a cuatro años y medio de cárcel.
Medida de excepción
Durante este proceso de apelación, los abogados de Adams sostuvieron que la llamada orden de custodia interina (ICO), usada para detenerlo en julio de 1973, no fue autorizada por el entonces ministro británico para el norte de Irlanda, Willie Whitelawl, un requisito necesario para aplicar esta legalidad de excepción.
El Gobierno de Londres recurrió a las ICO para internar sin juicio a activistas republicanos, una de las medidas más controvertidas de aquella época.
Todas las instancias judiciales anteriores habían reafirmado la legalidad de las sentencias impuestas a Adams, pero el Supremo, presidido por el juez Brian Kerr, ha aceptado por unanimidad sus recursos de apelación y ha anulado las condenas.
«La emisión de la ICO respecto al demandante era inválida ya que el propio ministro no la había considerado. En consecuencia, la detención del señor Adams fue ilegal, por lo tanto, sus sentencias por intentar escapar de la custodia legal también fueron ilegales», explica el magistrado.
Kerr recuerda que una ICO estaba amparada por la llamada «Orden de Detención de Terroristas (en Irlanda del Norte) de 1972», pero precisa que solo podía emitirse «cuando el ministro consideraba que un individuo estaba involucrado en terrorismo».
El juez subraya que la emisión de una orden de ese tipo era «transcendental», pues concedía a las autoridades «poder para detener sin juicio» y mantener preso a un sospechoso durante un periodo ilimitado, motivos por los que «tal decisión crucial debía de haber sido tomada» por Willie Whitelaw.
Adams dirigió durante 35 años Sinn Féin, y con solo 24 años, el Gobierno británico ya le reconocía como una figura relevante del movimento republicano. Así, lo excarceló temporalmente de Long Kesh para que acompañase a una delegación del IRA para negociar un acuerdo de paz con las autoridades en Londres.
Las fuerzas de seguridad sostienen que entonces comenzó a asumir puestos de responsabilidad en el IRA, entre ellos la jefatura suprema del Consejo Militar, compuesto por siete individuos, lo que Adams siempre ha negado.
En 2014, fue detenido de nuevo por la Policía norirlandesa por un atentado, pero fue puesto en libertad sin cargos al cabo de unos días.
Adams no recurrió la condena entonces, pero lo ha hecho ahora basándose en nuevos elementos contenidos en documentos del Gobierno británico desclasificados recientemente.
En la cárcel, «acompañado de personas notables e inspiradoras»
«No lamento mi encarcelamiento, salvo por el tiempo que estuve separado de mi familia. Sin embargo, no estábamos solos», ha declarado Adams, que ha subrayado que en prisión estuvo acompañado de «muchas personas notables, resilientes e inspiradoras».
«La detención, como todas las medidas coercitivas, fracasó», ha añadido.
El líder republicano ha instado al Gobierno británico a identificar e informar a otros arrestados cuyos encarcelamientos pudieron ser igualmente ilegales».
Entre 1971 y 1975, cerca de 2.000 personas, la mayoría republicanas, fueron encarceladas sin juicio, según la Universidad del Ulster, siguiendo esta política, denunciada como una violación de las libertades civiles.
Gerry Adams dejó la dirección de Sinn Féin en febrero de 2018 pero sigue siendo considerado una figura clave en el movimiento republicano y en la lucha por la reunificación de Irlanda.
La más alta instancia judicial británica considera que Adams fue detenido de manera ilegal y que su ingreso en la prisión norirlandesa del Maze también fue irregular, circunstancias que invalidan cualquier acción posterior.
Adams, de 71 años, trató de escapar de ese campo de internamiento, también conocido como Long Kesh (al suroeste de Belfast), en la Nochebuena de 1973 y de nuevo en julio de 1974, fugas por las que fue condenado a cuatro años y medio de cárcel.
Medida de excepción
Durante este proceso de apelación, los abogados de Adams sostuvieron que la llamada orden de custodia interina (ICO), usada para detenerlo en julio de 1973, no fue autorizada por el entonces ministro británico para el norte de Irlanda, Willie Whitelawl, un requisito necesario para aplicar esta legalidad de excepción.
El Gobierno de Londres recurrió a las ICO para internar sin juicio a activistas republicanos, una de las medidas más controvertidas de aquella época.
Todas las instancias judiciales anteriores habían reafirmado la legalidad de las sentencias impuestas a Adams, pero el Supremo, presidido por el juez Brian Kerr, ha aceptado por unanimidad sus recursos de apelación y ha anulado las condenas.
«La emisión de la ICO respecto al demandante era inválida ya que el propio ministro no la había considerado. En consecuencia, la detención del señor Adams fue ilegal, por lo tanto, sus sentencias por intentar escapar de la custodia legal también fueron ilegales», explica el magistrado.
Kerr recuerda que una ICO estaba amparada por la llamada «Orden de Detención de Terroristas (en Irlanda del Norte) de 1972», pero precisa que solo podía emitirse «cuando el ministro consideraba que un individuo estaba involucrado en terrorismo».
El juez subraya que la emisión de una orden de ese tipo era «transcendental», pues concedía a las autoridades «poder para detener sin juicio» y mantener preso a un sospechoso durante un periodo ilimitado, motivos por los que «tal decisión crucial debía de haber sido tomada» por Willie Whitelaw.
Adams dirigió durante 35 años Sinn Féin, y con solo 24 años, el Gobierno británico ya le reconocía como una figura relevante del movimento republicano. Así, lo excarceló temporalmente de Long Kesh para que acompañase a una delegación del IRA para negociar un acuerdo de paz con las autoridades en Londres.
Las fuerzas de seguridad sostienen que entonces comenzó a asumir puestos de responsabilidad en el IRA, entre ellos la jefatura suprema del Consejo Militar, compuesto por siete individuos, lo que Adams siempre ha negado.
En 2014, fue detenido de nuevo por la Policía norirlandesa por un atentado, pero fue puesto en libertad sin cargos al cabo de unos días.
Adams no recurrió la condena entonces, pero lo ha hecho ahora basándose en nuevos elementos contenidos en documentos del Gobierno británico desclasificados recientemente.
En la cárcel, «acompañado de personas notables e inspiradoras»
«No lamento mi encarcelamiento, salvo por el tiempo que estuve separado de mi familia. Sin embargo, no estábamos solos», ha declarado Adams, que ha subrayado que en prisión estuvo acompañado de «muchas personas notables, resilientes e inspiradoras».
«La detención, como todas las medidas coercitivas, fracasó», ha añadido.
El líder republicano ha instado al Gobierno británico a identificar e informar a otros arrestados cuyos encarcelamientos pudieron ser igualmente ilegales».
Entre 1971 y 1975, cerca de 2.000 personas, la mayoría republicanas, fueron encarceladas sin juicio, según la Universidad del Ulster, siguiendo esta política, denunciada como una violación de las libertades civiles.
Gerry Adams dejó la dirección de Sinn Féin en febrero de 2018 pero sigue siendo considerado una figura clave en el movimiento republicano y en la lucha por la reunificación de Irlanda.
Son los responsables de su detención y encarcelamiento los que deberían ser ahora procesados y obligados a pedir perdón e indemnizar a Gerry Adams. Y de paso que el Gobierno de su Nada Graciosa Majestad ponga en libertad a Julian Assange, también detenido y encarcelado ilegalmente, ¿o es que van a esperar 40 años para reconocerlo?
ResponderEliminarSalud!