martes, 22 de octubre de 2019

Westminster legaliza el aborto y el matrimonio homosexual en el Norte

Independientemente de estar a favor o no del derecho al aborto y/o el matrimonio homosexual, no debemos olvidar que esta legalización ha sido impuesta desde Westminster, dejando una vez más patente que los Seis Condados ocupados siguen bajo la bota británica, sea para legislaciones positivas o negativas.

Dicho lo cual, la decisión del parlamento británico da paso a una realidad histórica para el Norte, que pasamos a exponer, de la mano de RCN Radio (sin editar):

El aborto y el matrimonio homosexual han sido legalizados en Irlanda del Norte, por decisión del parlamento británico, pese a un último intento simbólico de oponerse a ello de los diputados de la asamblea regional norirlandesa.

A diferencia del resto del Reino Unido, donde el aborto está autorizado desde 1967, en Irlanda del Note es ilegal salvo en el caso de que el embarazo amenace la vida de la madre. El matrimonio entre personas del mismo sexo, autorizado en el resto del país, también está prohibido aquí.

Sin ejecutivo regional desde enero de 2017 a raíz de un escándalo político-financiero, la provincia de Irlanda del Norte tiene a todas sus instituciones autónomas paralizadas y sus asuntos corrientes son gestionados desde Londres.

Aprovechando esta bloqueada situación política, los diputados británicos de Westminster aprobaron en julio enmiendas destinadas extender a la provincia el derecho al aborto y al matrimonio homosexual si no se formaba un gobierno antes del 21 de octubre.

Así que estos cambios entraron en vigor a media noche de Belfast.

Las primeras bodas de personas del mismo sexo se celebrarán "a más tardar" durante "la semana de San Valentín de 2020", según el secretario de Estado para Irlanda del Norte, Julian Smith.

Hoy es "el día en que decimos adiós a las opresivas leyes sobre el aborto que han controlado nuestros cuerpos y nos han rechazado el derecho a decidir", se congratuló en Twitter, Grainne Teggart, encargado de esta campaña en la ONG Amnistía Internacional en Irlanda del Norte.

Para oponerse, algunos diputados del parlamento regional norirlandés volvieron a sus escaños el lunes por primera vez en dos años y medio.

Pero fue simplemente una acción simbólica, porque para elegir a un primer ministro y a un viceprimer ministro se precisa el apoyo de varios partidos. Y ante la ausencia de las fuerzas favorables a estas medidas no pudieron hacer nada para bloquear la decisión adoptada en Londres.

Entre los diputados presentes, la mayoría pertenecía al ultraconservador Partido Unionista Democrático (DUP), liderado por la exjefa del gobierno regional Arlene Foster, que se opone a la más mínima flexibilización de estas cuestiones.

"Es un día triste", declaró Foster a la prensa tras una muy corta sesión parlamentaria.

"Sé que algunas personas querrán festejar hoy y les digo: 'piensen en aquellos de nosotros que hoy estamos tristes y que estimamos que es una afrenta a la dignidad humana y a la vida humana'", afirmó.

Frente al parlamento norirlandés se había congregado un grupo de antiabortistas con pancartas que decían "¿Aborto? No en mi nombre".

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