Una mujer sudanesa embarazada y sus dos hijos pequeños, de siete y un año, han tenido que abandonar su hogar en el este de Belfast tras un crimen de odio motivado por motivos raciales.
En el último ataque contra su casa, una serie de piedras fueron arrojadas a través de las ventanas.
La mujer ha dicho que "no puede parar de llorar" y está preocupada por la seguridad de sus hijos.
Amina, su esposo e hijos, se mudaron a un albergue después del ataque.
"Estábamos fuera y cuando volvimos, nos encontramos con la policía que nos esperaba y nos dijeron que alguien había roto las ventanas de la casa", dijo.
"Había cristales por todas partes, abajo y arriba. Me senté en el sofá, no pude decir nada."
En abril, la pareja vio las ventanas de su coche roto y también previamente había huevos arrojados en su casa y basura arrojada en su patio.
"Tuve pesadillas pensando que alguien estaba detrás de nosotros y querían dañar a mi familia", dijo.
"Es mi responsabilidad cuidar de mis hijos y mantenerlos en un lugar seguro, es mi responsabilidad protegerlos".
Amina y su familia son refugiados y viven en el Norte desde hace unos dos años.
En el último ataque contra su casa, una serie de piedras fueron arrojadas a través de las ventanas.
La mujer ha dicho que "no puede parar de llorar" y está preocupada por la seguridad de sus hijos.
Amina, su esposo e hijos, se mudaron a un albergue después del ataque.
"Estábamos fuera y cuando volvimos, nos encontramos con la policía que nos esperaba y nos dijeron que alguien había roto las ventanas de la casa", dijo.
"Había cristales por todas partes, abajo y arriba. Me senté en el sofá, no pude decir nada."
En abril, la pareja vio las ventanas de su coche roto y también previamente había huevos arrojados en su casa y basura arrojada en su patio.
"Tuve pesadillas pensando que alguien estaba detrás de nosotros y querían dañar a mi familia", dijo.
"Es mi responsabilidad cuidar de mis hijos y mantenerlos en un lugar seguro, es mi responsabilidad protegerlos".
Amina y su familia son refugiados y viven en el Norte desde hace unos dos años.
¡Canallas fascistas!, engendros de la ignorancia y el odio.
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