lunes, 21 de julio de 2014

Ocho años de sufrimiento familiar tras una brutal agresión sectaria

Un hombre cuyo hijo fue dejado en estado vegetativo después de un ataque lealista dijo que se enfrenta a la posibilidad real de que su hijo vaya a morir antes de que los matones que lo apalizaron se enfrenten a la justicia.

La única persona condenada en relación con el ataque brutal sobre Paul McCauley cerca de su casa en Derry este mismo mes en 2006 es Daryl Proctor.

Fue encarcelado con pena de 12 años en 2009 después de declararse culpable de un cargo de lesiones corporales graves intencionadas.

Según las guías de remisión, cualquier incidente relacionado con los Troubles que tuvo lugar antes de 2007 automáticamente se califica para una reducción del 50%, lo que significa que Proctor podría ser liberado el próximo mes de febrero.

Mientras tanto, Jim McCauley y su esposa Cathy mantienen una vigilia diaria junto a la cama de su hijo.

Ha permanecido en estado vegetativo desde que la banda de matones lealistas lo dejó en el suelo dándolo por muerto.

McCauley no piensa que Proctor deba ser puesto en libertad antes de lo esperado debido a que se ha negado a revelar los nombres de sus cómplices.

Él dijo: "Proctor nunca ha mostrado ningún remordimiento por lo que hizo a Paul ni ha ayudado a la policía en la investigación, es por eso que creo que no merece la libertad anticipada".

McCauley dijo: "Mi hijo nunca ha dicho una palabra desde la noche en que fue atacado. Una gran parte de su cráneo estaba tan dañado que no puede retener nada y no hay nada entre esa parte del cerebro de Paul y el mundo exterior, excepto un colgajo de piel".

"Las lesiones de Paul eran tan horribles y causaron tanta impresión a los médicos que nos dijeron que en el momento su esperanza de vida se ha reducido a entre 10 y 15 años".

"Eso fue hace ocho años, así que el hecho es que nos enfrentamos a la posibilidad muy real de que nuestro hijo podría morir en cualquier momento y una docena de personas que le hicieron eso a él nunca han estado en el banquillo".

"Pero lo que hace que sea mucho más difícil es que la policía ha dicho públicamente que conocen los nombres de los que llevaron a cabo el ataque contra mi hijo, pero que necesitan la ayuda de su comunidad para llevarlos ante la justicia."

Es evidente que la fuerza y la intimidación de la UDA, en Fountain sobre todo, sigue estando presente en dicha comunidad.

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