martes, 18 de febrero de 2014

Una belleza digna de visitar, el Condado de Armagh

Desde Ireland.com nos introducen a uno de los Condados que personalmente más recomendamos desde 'El norte de Irlanda';

Puede que Armagh sea el condado más pequeño de Irlanda del Norte, pero lo que le falta en tamaño lo compensa con buenas dosis de personalidad...

Puede que sepas que San Patricio fundó su primera iglesia en Armagh. Pero, ¿sabías que en este condado también hay un planetario? Puede que sepas que Armagh es la capital eclesiástica de Irlanda. Pero, ¿sabías que allí se encuentra también la primera edición manuscrita de Los viajes de Gulliver, de Johnathan Swift... y la cuna de un deporte en rápida expansión: el buceo en ciénaga?

Sí, habrá sorpresas. Sobre todo en el sur de Armagh. Aquí es donde el paisaje se convierte en la gran atracción. Donde se esconden cámaras funerarias megalíticas, las cairns con patio, entre la campiña. Donde descubrirás los dólmenes de Ballykeel, de 3.500 años de antigüedad. Y donde, en pueblos como Crossmaglen, se reúnen las multitudes para sus legendarias sesiones de música tradicional, en los muchos y animados pubs.

La ciudad en sí de Armagh es la principal sede irlandesa de las iglesias Católica y Protestante de Irlanda. Es la única ciudad en el mundo con dos catedrales dedicadas al mismo santo: Se cuenta que San Patricio fundó su primera iglesia en lo alto de una colina en la que se encuentra, hoy en día, la Catedral de la Iglesia de Irlanda. Entretanto, el County Museum, con su variada exhibición de artefactos prehistóricos, y Navan Fort, un sitio ceremonial pagano de la antigüedad, te harán retroceder aún más en el tiempo.

El Condado de las Huertas

Cada mes de mayo, la campiña de Armagh se viste de colores para las jornadas del manzano en flor, el Apple Blossom Festival del condado que se celebra en honor a la venerada manzana de Bramley. Dos mil hectáreas y media de manzanos rodean a Loughgall en el norte del condado. Incluso se cree que Guillermo III de Inglaterra envió aquí a su maestro sidrero para que saciara la sed de sus tropas antes de la Batalla del Boyne en 1690.

Sin dejar la campiña, el caminante encontrará un remanso de paz en los senderos de Peatlands Park. O si vienes en julio, te invitamos a que participes en los Campeonatos Nacionales de Buceo en Ciénaga.

Para apasionados de la pesca, en Armagh puedes echar el anzuelo en lugares fantásticos como Kinnego Marina y el alto río Bann. Los entusiastas de deportes acuáticos pueden visitar los lagos de Craigavon y si eres ciclista, fúgate a la Newry Canal Way, una vía ciclista de unos 30 kilómetros sin tráfico.

Un viaje en el tiempo

Si lo que quieres es viajar en el tiempo, ¿qué te parecería revivir la Batalla de Chiclana, una contienda determinante en las Guerras Napoleónicas, en el Royal Irish Fusiliers Museum, el museo de fusileros en Armagh? O déjate transportar directamente a otros mundos en el Armagh Planetarium Observatory and Astropark. En la biblioteca pública de Armagh (Armagh Public Library), la colección de libros raros incluye una primera edición de Los viajes de Gulliver, de Johnathan Swift, que contiene anotaciones manuscritas por el propio autor satírico.

Por último, no hay viaje al sur de Armagh sin un paseo panorámico en coche alrededor de las laderas de Slieve Gullion. Sigue el camino hasta la cima de lo que es un volcán extinguido y podrás entrar a gatas en la tumba de mayor altitud que queda en todo el país. Ya avisamos de que habría sorpresas...


1. Toca el meteorito más grande de Irlanda

Expuesto en todo su esplendor de níquel y hierro en el Planetario de Armagh está el meteorito más grande de Irlanda, de unos asombrosos 4.500 millones de años de antigüedad y con un peso de unos 152 kilos. El administrador Neil Cullen dice que a los visitantes les encanta sentir su textura: "Es suave, metálico y muy frío, y no cabe duda de que será la cosa más vieja que toquen en sus vidas".

Las salas de exposición muestran modelos de una nave espacial y un satélite, mientras que las actividades infantiles incluyen la construcción y el lanzamiento de cohetes, un vuelo por el cosmos o un taller de magnetismo.


2. Sube la colina tras los pasos de San Patricio

Los dos símbolos más emblemáticos de Armagh son sus dos catedrales, situadas una frente a la otra sobre dos colinas. Los lugareños dicen que se están "susurrando" cosas una a la otra. La catedral de San Patricio de la Iglesia de Irlanda, de estilo gótico, fue construida a principios del siglo XIX y se erige sobre una colina llamada Ard Mhacha (de donde toma su nombre Armagh). Se cuenta que fue aquí donde San Patricio construyó su iglesia en 445 d. de C.

Y eso no es todo: Brian Boru, el famoso Rey Supremo de Irlanda visitó Armagh en 1004 y está enterrado aquí. Al otro lado del valle y dominando el extremo opuesto de Armagh se alza la pálida piedra caliza de la catedral católica de San Patricio, que se terminó de construir en 1873. Sube los siete pisos y detente para observar la arcada de estatuas sobre el portal principal mirando hacia el exterior.

3. Rebobina 200 años con el lado artístico de Armagh

¿Quieres entrar en contacto con el Armagh del siglo XVIII? Pues haz una visita al Museo del Condado de Armagh, el museo condal más antiguo de Irlanda, y busca el colorido óleo de James Black, Ciudad de Armagh. Pintado en 1810, evoca una sensación instantánea de lo que debió ser la composición de las calles interconectadas y la campiña circundante.

4. Encuentra gárgolas y ángeles

Están bien camufladas, pero si observas detenidamente verás las gárgolas secretas, además de quimeras y ángeles, que fueron creados en respuesta a la arquitectura sacra de la ciudad. Al menos 22 intricadas esculturas de bronce, creadas por un artista de Cork en 2010, están esparcidas por las calles y mantienen una tradición de 4.000 años. Coge un folleto de la oficina de turismo de Armagh para saber más acerca de este aspecto burlón y misterioso de la vida en las calles de la ciudad.

5. Descubre el lado musical de la ciudad

La música tiene una importancia enorme en la vida de Armagh. Cada mes de agosto, se organiza la escuela de verano Charles Wood para cantantes y organistas en las principales iglesias. Es una excelente forma de ir a un concierto y absorber la música coral en un ambiente sereno. Hay otros eventos entretenidos a lo largo del año como el Festival internacional de la canción Tommy Makem y el divertido concurso de canto Bard of Armagh (bardo de Armagh), mientras que también se organizan festivales de bandas de música y gaita.


Y para adentrarnos en la ciudad de Armagh:

La ciudad de Armagh es un gran mezcla de cultura, catedrales y craic con fantásticos pubs, un hermoso bulevar bordeado de árboles y elegantes museos

Es difícil no quedar impresionado por el linaje de Armagh. Al fin y al cabo, lleva más de 5.000 años siendo la capital eclesiástica de la isla. A tan solo una hora de carretera desde Belfast, esta antigua ciudad tiene historia a raudales y sus empinadas calles, elaborados portales y extravagante arquitectura le dan un aire de misterio difícil de superar.

¿Te interesa San Patricio? Bienvenidos a Armagh. Se cuenta que el santo patrón de Irlanda dispuso aquí la construcción de una iglesia de piedra en 445 d. de C. Y en el mismo punto en el que se encuentra ahora la Catedral de San Patricio de la Iglesia de Irlanda, se puede bajar a una cripta de la Edad Media en la que suena música sacra entre bustos de piedra y animales tallados.

Claro que el título de "capital eclesiástica" no ayuda a que Armagh parezca precisamente una metrópoli cosmopolita... pero no te dejes engañar: pubs peculiares como The Hole in the Wall, McCrum's Court y Red Ned's; tiendas familiares como el supermercado Emerson's y TG Hawthorne's; una rica escena cultural y un inmenso Festival del día de San Patricio se ocupan de que la actividad no cese durante todo el año

La mejor forma de explorar todo lo que ofrece la ciudad es a pie. Desde la bella colección de edificios en el bulevar bordeado de preciosos plátanos, tilos, hayas y castaños, hasta las elegantes calles como English Street, Scotch Street y Irish Street.

Si pasas unos pocos días aquí, resonará en tus oídos la descripción que hizo de la ciudad el escritor de viajes de la década de 1930, Richard Hayward: "La belleza de Armagh es la de una dama que ha envejecido admirablemente".

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