Desde Otra pinta please, un artículo que bien merece ser leido, un ejemplo de tesón y superación:
Hay historias que suponen todo un ejemplo de lucha personal e inspiración a las que, por desgracia, los medios no siempre dan la repercusión que merecen. Esta es una de ellas, el relato de la vida del gimnasta irlandés Kieran Behan que, tras vencer las más crueles adversidades y perseverar en alcanzar metas utópicas, al final recoge la recompensa a años de esfuerzo y ve cumplido el sueño de participar en unos Juegos Olímpicos.
Este es el resumen traducido de un artículo publicado la semana pasada en el New York Times
Le dijeron una vez que no volvería a caminar y ahora es olímpico
Antes de que la vida le golpease con más reveses de los que una persona pueda soportar, Kieran Behan le dijo a su madre que algún día se convertiría en gimnasta olímpico.
Era aún muy joven, tal vez a los 6 años, cuando un día, al ver lo Juegos Olímpicos por la televisión, Kieran se enamoró de la Gimnasia. Se entusiasmó con la idea de que él también podría dar piruetas en el aire y desafiar a la gravedad. Pero eso fue antes de que le ocurriesen una serie de lesiones, dos de ellas tan graves que los médicos le dijeron que no volvería a caminar: una negligente cirugía en una de sus piernas que le produjo daño neurológico y un traumatismo cerebral que le impedía realizar las tareas más simples como sentarse o comer. Aún así, Behan, un fénix de apenas 1,60 de altura jamás se rindió.
Kieran Behan comenzó la práctica de la gimnasia a los 8 años, probando que tenía talento para la disciplina, pero pronto se topó con el primero de muchos obstáculos: cuando cumplió 10 años le descubrieron un bulto en la pierna izquierda del tamaño de una pelota de golf.
Durante la operación para extirpar lo que resultó ser un tumor benigno, los cirujanos le aplicaron un torniquete tan apretado y durante tanto tiempo que dañó el nervio y dejó a Behan con sensibilidad limitada en el miembro y el sufrimiento de dolores extremos a la más mínima contusión.
Vivió momentos muy amargos: en el el colegio los otros niños se burlaban llamándolo lisiado y, por otra parte, los médicos le avisaron de que el daño de los nervios podría no llegar a regenerarse nunca; un psiquiatra incluso le aconsejó que se preparase para llevar una vida en silla de ruedas. Se equivocaban. Tras 15 meses, Behan volvió a convertirse en un chico normal y regresó a la gimnasia.
Sin embargo, unos 8 meses después de que se recuperara de esta lesión en la pierna, la adversidad le sacudió de nuevo. En lo que él denomina un suceso muy desafortunado, se golpeó la nuca con la barra de metal horizontal durante un ejercicio rutinario y cayó inconsciente al suelo. El accidente le produjo un traumatismo craneoencefálico y graves daños en el canal vestibular del oído interno, lo que afectó su equilibrio de forma que el más ligero movimiento provocaba que Behan se desmayase. Esto ocurrió cientos de veces, incluso miles, según su madre, que frustrada por el lento progreso de su hijo tras meses en el hospital, decidió llevárselo a casa en sus propios brazos porque los médicos no le daban el alta. Incluso abandonó su empleo para poder cuidar de él.
Lágrimas, fatigas y sueños irreales, pero casi 2 años después de este accidente y tras una intensísima fisioterapia, Kieran Behan- el chico milagro, para los médicos- recobró la coordinación visual y motora y volvió a caminar.
Y de nuevo regresó a la práctica de la gimnasia. Tuvo incluso que fregar los suelos del gimnasio para financiarse el entrenamiento y sus padres llegaron a vender chucherías y lavar coches para conseguir fondos.
No obstante, aún quedaban más tragos amargos por los que atravesar: se rompió el brazo y se fracturó la muñeca. Era tal la frecuencia con la que visitaba el hospital de adolescente que algunos llegaron a sospechar que sufría abusos.
En el 2009 se desgarró el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y le llevó 6 meses de rehabilitación. Aún así, no abandonó.
Ya en el 2010, seis semanas antes de su debut profesional en los Campeonatos de Europa, se rompió el ligamento cruzado en la otra rodilla. Después de todos sus sacrificios, esta lesión le dejó moralmente tan tocado que a punto estuvo de enterrar definitivamente su sueño. Pero se recompuso, y vaya que lo hizo..
En el 2011, cosechó por fin los frutos a tanta constancia y ganó 3 medallas en la Challenge World Cup, incluyendo la primera medalla de oro para Irlanda en el ejercicio de suelo.
En el 2012 Kieran Behan consiguió su tan anhelado sueño: la clasificación para los Juegos Olímpicos (la luz al final de un largo y tortuoso túnel).
Cuando Kieran fue consciente de su logro, primero rió y luego estalló en lágrimas…”Dime que esto es real y no lo estoy soñando”.
A la cuestión de cuál ha sido el secreto de su firmeza, a Kieran le cuesta encontrar una explicación: “creo que seguramente lo llevo en la sangre, …nací para ser gimnasta”.
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Y hasta aquí el artículo, espero que les haya parecido tan inspirador como a mí. Desde luego es una de esas historias que tocan la fibra.
Un dato: Kieran Behan es el segundo gimnasta de la historia de Irlanda que consigue clasificarse para unos Juegos Olímpicos.
Una reflexión: En estas semanas de Londres 2012 y de exaltación del deporte, …el triunfo o los fracasos copan la mayoría de las portadas, pero sinceramente: ¿es esa la verdadera esencia del espíritu olímpico?
Casi todas las miradas en Irlanda se dirigen estos días a grandes deportistas como Katie Taylor o Annalise Murphy y hacia las grandes esperanzas que hay depositadas en ellas para obtener una medalla. Desde luego si lo logran, genial porque se lo habrán merecido, ahora bien, si me planteo qué posee para mí más valor …si una medalla de oro o una trayectoria como la de Kieran Behan, creo que mi respuesta no podría ser más sencilla…
Foto extraída de la revista People
Hay historias que suponen todo un ejemplo de lucha personal e inspiración a las que, por desgracia, los medios no siempre dan la repercusión que merecen. Esta es una de ellas, el relato de la vida del gimnasta irlandés Kieran Behan que, tras vencer las más crueles adversidades y perseverar en alcanzar metas utópicas, al final recoge la recompensa a años de esfuerzo y ve cumplido el sueño de participar en unos Juegos Olímpicos.
Este es el resumen traducido de un artículo publicado la semana pasada en el New York Times
Le dijeron una vez que no volvería a caminar y ahora es olímpico
Antes de que la vida le golpease con más reveses de los que una persona pueda soportar, Kieran Behan le dijo a su madre que algún día se convertiría en gimnasta olímpico.
Era aún muy joven, tal vez a los 6 años, cuando un día, al ver lo Juegos Olímpicos por la televisión, Kieran se enamoró de la Gimnasia. Se entusiasmó con la idea de que él también podría dar piruetas en el aire y desafiar a la gravedad. Pero eso fue antes de que le ocurriesen una serie de lesiones, dos de ellas tan graves que los médicos le dijeron que no volvería a caminar: una negligente cirugía en una de sus piernas que le produjo daño neurológico y un traumatismo cerebral que le impedía realizar las tareas más simples como sentarse o comer. Aún así, Behan, un fénix de apenas 1,60 de altura jamás se rindió.
Kieran Behan comenzó la práctica de la gimnasia a los 8 años, probando que tenía talento para la disciplina, pero pronto se topó con el primero de muchos obstáculos: cuando cumplió 10 años le descubrieron un bulto en la pierna izquierda del tamaño de una pelota de golf.
Durante la operación para extirpar lo que resultó ser un tumor benigno, los cirujanos le aplicaron un torniquete tan apretado y durante tanto tiempo que dañó el nervio y dejó a Behan con sensibilidad limitada en el miembro y el sufrimiento de dolores extremos a la más mínima contusión.
Vivió momentos muy amargos: en el el colegio los otros niños se burlaban llamándolo lisiado y, por otra parte, los médicos le avisaron de que el daño de los nervios podría no llegar a regenerarse nunca; un psiquiatra incluso le aconsejó que se preparase para llevar una vida en silla de ruedas. Se equivocaban. Tras 15 meses, Behan volvió a convertirse en un chico normal y regresó a la gimnasia.
Sin embargo, unos 8 meses después de que se recuperara de esta lesión en la pierna, la adversidad le sacudió de nuevo. En lo que él denomina un suceso muy desafortunado, se golpeó la nuca con la barra de metal horizontal durante un ejercicio rutinario y cayó inconsciente al suelo. El accidente le produjo un traumatismo craneoencefálico y graves daños en el canal vestibular del oído interno, lo que afectó su equilibrio de forma que el más ligero movimiento provocaba que Behan se desmayase. Esto ocurrió cientos de veces, incluso miles, según su madre, que frustrada por el lento progreso de su hijo tras meses en el hospital, decidió llevárselo a casa en sus propios brazos porque los médicos no le daban el alta. Incluso abandonó su empleo para poder cuidar de él.
Lágrimas, fatigas y sueños irreales, pero casi 2 años después de este accidente y tras una intensísima fisioterapia, Kieran Behan- el chico milagro, para los médicos- recobró la coordinación visual y motora y volvió a caminar.
Y de nuevo regresó a la práctica de la gimnasia. Tuvo incluso que fregar los suelos del gimnasio para financiarse el entrenamiento y sus padres llegaron a vender chucherías y lavar coches para conseguir fondos.
No obstante, aún quedaban más tragos amargos por los que atravesar: se rompió el brazo y se fracturó la muñeca. Era tal la frecuencia con la que visitaba el hospital de adolescente que algunos llegaron a sospechar que sufría abusos.
En el 2009 se desgarró el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y le llevó 6 meses de rehabilitación. Aún así, no abandonó.
Ya en el 2010, seis semanas antes de su debut profesional en los Campeonatos de Europa, se rompió el ligamento cruzado en la otra rodilla. Después de todos sus sacrificios, esta lesión le dejó moralmente tan tocado que a punto estuvo de enterrar definitivamente su sueño. Pero se recompuso, y vaya que lo hizo..
En el 2011, cosechó por fin los frutos a tanta constancia y ganó 3 medallas en la Challenge World Cup, incluyendo la primera medalla de oro para Irlanda en el ejercicio de suelo.
En el 2012 Kieran Behan consiguió su tan anhelado sueño: la clasificación para los Juegos Olímpicos (la luz al final de un largo y tortuoso túnel).
Cuando Kieran fue consciente de su logro, primero rió y luego estalló en lágrimas…”Dime que esto es real y no lo estoy soñando”.
A la cuestión de cuál ha sido el secreto de su firmeza, a Kieran le cuesta encontrar una explicación: “creo que seguramente lo llevo en la sangre, …nací para ser gimnasta”.
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Y hasta aquí el artículo, espero que les haya parecido tan inspirador como a mí. Desde luego es una de esas historias que tocan la fibra.
Un dato: Kieran Behan es el segundo gimnasta de la historia de Irlanda que consigue clasificarse para unos Juegos Olímpicos.
Una reflexión: En estas semanas de Londres 2012 y de exaltación del deporte, …el triunfo o los fracasos copan la mayoría de las portadas, pero sinceramente: ¿es esa la verdadera esencia del espíritu olímpico?
Casi todas las miradas en Irlanda se dirigen estos días a grandes deportistas como Katie Taylor o Annalise Murphy y hacia las grandes esperanzas que hay depositadas en ellas para obtener una medalla. Desde luego si lo logran, genial porque se lo habrán merecido, ahora bien, si me planteo qué posee para mí más valor …si una medalla de oro o una trayectoria como la de Kieran Behan, creo que mi respuesta no podría ser más sencilla…
Foto extraída de la revista People
no sé que habrá de cierto en esto pero parece interesante
ResponderEliminarhttp://www.facebook.com/photo.php?fbid=300719046693652&set=a.206590846106473.42912.206575316108026&type=1&theater
Bueno , es cierto, es una imágen antigua que tiene su simbolismo:
ResponderEliminarLa Selección irlandesa de rugby, era campeona del Torneo Seis Naciones, es recibida por la Reina inglesa durante una visita a Belfast.
En la fotografía, Ronan O’Gara con las manos en los bolsillos.
La explicación...
Ha sido el deber constitucional de los hombres de Cork mantener las manos en los bolsillos ante la autoridad británica desde diciembre de 1920.
El 1 de diciembre de 1920 la División Auxiliar de la Real Policía Irlandesa (RIC), en el Castillo de Macroom: “ordenó que todos los habitantes masculinos de Macroom y todos los hombres que pasaran por Macroom no aparecieran en público con las manos en los bolsillos. Cualquier hombre que infringiera esa orden podría ser disparado”.
Añadir que Ronan O’Gara es de Cork.
Un saludo!
Quisiera aprovechar este artículo para dejar unos enlaces para aquellos que deseen ver a Kieran en acción...sin mas demora ahí van tres ejercicios.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=BaYEywFOJLo&feature=relmfu
http://www.youtube.com/watch?v=49leRQE84-Y&feature=relmfu
http://www.youtube.com/watch?v=M58JK-axgmg
La vida ofrece distintas clases de campeones,algunos mas que idolatrados ganas copas y millones plagando las calles con legiones de ciudadanos celebrando quién sabe que.
Otros no ganan copas ni sus nombres son conocidos,no obstante,estos son los verdaderos campeones.
Vaya por delante el ejemplo de este muchacho cuya gran victoria ha sido anteponer sus anhelos,derribando las barreras impuestas por la vida.
Un saludo compas.
Gracias por los enlaces, un verdadero ejemplo.
ResponderEliminarUn saludo Comunero!