domingo, 19 de agosto de 2012

Cuatro arrestros tras desfile orangista por Rasharkin

El desfile unionista/lealista sobre el área mayoritariamente nacionalista de Rasharkin transcurrió sin incidentes importantes.
Con posterioridad ha habido cuatro personas detenidas durante la operación policial en la noche del viernes.
La policía dijo que estaban vinculados a incidentes que van desde 'asalto a la policía a los delitos de orden público'.
Agregaron que estaba "compuesto por una pequeña minoría de los asistentes".


Durante la marcha hubo algún pequeño enfrentamiento entre unionistas/lealistas por que algunos querían ocupar el centro de la localidad y otros consideraban que no debían hacerlo, finalmente no pasó a mayores.

Cientos de personas vieron pasar a la Ballymaconnelly Sons of Conquerors Flute Band por el pueblo, mientras que alrededor de 100 personas llevaban carteles y soplaron cuernos en señal de protesta por el paso del desfile (hubo dos pequeñas concentraciones).

Ese mismo día, un juez del Tribunal Superior confirmó la decisión de la Comisión de permitir a 25 bandas marchar en el desfile, casi la mitad de la cantidad habitual.

Los organizadores del desfile habían impugnado la decisión y el abogado argumentó que las restricciones eran un castigo de la comisión por su "equivocada" creencia de que los organizadores del desfile habían fallado en una mediación con los residentes locales.

Steven McQuitty dijo que eran los residentes los que se retiraron de una de las rondas de propuestas de diálogo y describió la sentencia de la Comisión de Desfiles como irracional, injusta y discriminatoria.

Sin embargo, un abogado de la Comisión de Desfiles, Joe Kennedy dijo que la restricción se había impuesto para reducir las tensiones en la comunidad de Rasharkin y reducir al mínimo la interrupción de la vida en la aldea.

Después de considerar el caso durante 40 minutos, el Juez Weatherup volvió a decir que creía que las restricciones se encontraban dentro del ámbito de competencias de la Comisión y dijo que no creía que el cuerpo había infringido sus propias directrices.

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