Sin duda las cosas han cambiado en el Norte de Irlanda, y sin duda el SF ha cambiado, lo que está por definir es si ha cambiado con los tiempos o más allá de los tiempos.
El apretón de manos de Martin McGuinness con la reina inglesa no se hace desde la igualdad, no se hace desde un jefe de Estado a otro, sino desde la sumisión del ocupado frente al ocupante.
No podemos olvidar que la Reina inglesa, comandante en jefe de los ejércitos británicos, sigue representando al Estado que ocupa ilegalmente una parte de Irlanda, la misma parte por la que McGuinness luchó e incito a luchar a otros muchos.
Ambas partes, a buen seguro, tenían sentimientos que esconder, McGuinness por ser republicano irlandés y la Reina inglesa por estrechar la mano de quien pudo intervenir de alguna manera en la muerte de su primo lord Mountbatten, el tío favorito del príncipe Carlos. Pero una parte lo hace desde la espera sumisa al ocupante y la otra lo hace desde la Soberana que 'perdona' a un súbdito descarriado, nunca desde un plano de igualdad.
No seré yo quien califique de traidor a Irlanda a Martin McGuinness, entre otras cosas porque sería de una suma arrogancia tratar de juzgar hechos que deben ser juzgados exclusivamente por sus conciudadanos, algunos de los cuales ya, han dejado de manera anónima en las paredes cercanas a su casa sus opiniones con frases como «Marty, cómo te atreves», o «Sinn Féin vendidos» y otros, de viva voz y sin esconderse, como su ex compañero en el P.IRA en South Armagh, Laurence O’Neill, que en un acto en Crossmaglen no dudo en calificar a McGuinness como «Judas».
Eso sí, puedo opinar y opino, que McGuinness si ha traicionado principios republicanos básicos, ha creado desasosiego e indignación en familias de las víctimas del ejército británico, ha rendido pleitesía al ocupante y ha renunciado a ejercer su derecho como republicano a no mostrar conformidad con la institución monárquica.
McGuinness y el SF se han escondido en el 'Proceso de Paz' para intentar justificar sus hechos, han tratado de explicar que esto se hace como un gesto al unionismo, ese mismo unionismo que horas antes alentaba a las hordas lealistas a atacar una bandera irlandesa puesta en tierra irlandesa, ese mismo unionismo que calla complice ante los cientos de estandartes lealistas paramilitares alzados en la geografía del Norte, ese unionismo que calla ante la brutal agresión lealista a un ex blanketman, que ha dejado a este último con heridas por contusiones y rotura de la nariz y de tres costillas.
Ese mismo unionismo que en estos días irá de la mano de la sectaria Orden de Orange y los lealistas, para dejar bien patente que una parte de su 'cultura' sigue siendo la de imponer el sometimiento a las zonas nacionalistas y republicanas.
Ante todo esto, y ante mucho más, el SF ha apostado por hacer 'un gesto por el Proceso de Paz' un gesto en favor de la 'Reconciliación con el unionismo', en resumen, un pretendido gesto 'por la Paz'.
Realmente, pienso que la intención ha sido más bien de cálculo electoral y en aras a la 'normalización': La primera premisa, sinceramente creo que se les volverá en contra y que más que acrecentar un posible electorado más moderado (sobre todo en los 26 Condados), les hará perder votos republicanos, votos sinceros que no asumen el hecho de que una persona que luchó por unos ideales, poniendo su vida en peligro y alentando a otros a hacer lo propio, haya renunciado a seguir luchando por los principios básicos del republicanismo irlandés.
La segunda premisa, la de la 'normalización' es la lucha que desde hace más de una década están intentando ganar políticos unionistas, como el DUP y el UUP, políticos nacionalistas como el SDLP, políticos republicanos como el SF, y otros como los políticos de Alliance. Ciertamente esta batalla día a día parece que la tienen más controlada de cara al exterior.
Pese a ello, casos como el de Marian Price y Martin Corey, sucesos como los de Black Mountain, las redadas en Creggan o Newry, el sectarismo persistente, la división entre comunidades, los problemas en Maghaberry, la negación de investigaciones independientes como en el caso de Ballymurphy, el lenguaje del 'ellos y nosotros' y multitud de estampas cotidianas, hacen que esa 'normalización' sea solo un espejismo que los Medios y el Capital interesado se encargan de difundir, y que mucha gente en los Seis Condados abrazan bajo la entendible realidad de su deseo sincero de superación de un conflicto que tanto sufrimiento ha llevado a sus gentes, y que tristemente sigue llevando a día de hoy, eso sí, a menor escala.
Se ha conseguido en alguna medida estigmatizar a los grupos republicanos que divergen de la estrategia del SF, se ha conseguido que sean percibidos por muchos como 'adictos al conflicto', 'criminales', 'disidentes'o gente anclada en el pasado y aislada de sus comunidades. Nada puede estar más lejos de la realidad desde nuestro punto de vista, si bien es cierto que algunos de estos grupos a veces pecan de dogmatismo y de una cierta miopía en cuanto a su estrategia, no por ello están alejados de sus comunidades, sino todo lo contrario.
En el ámbito armado, las cosas se mueven por otros parámetros, la infiltración, los intereses bastardos que a veces manejan a estos grupos (sin duda sería interesante comprobar quien mueve muchos hilos, como antes los llegó a intentar mover con el P.IRA, O.IRA, INLA IPLO ... y en ocasiones lo consiguió) y una estrategia que se está demostrando totalmente contraproducente no hacen sino reforzar las posiciones tendentes a la 'normalización'.
Pero dicho esto, el partido hegemónico en el Republicanismo irlandés con el gesto de Martin McGuinness no creo que haya conseguido convencer de su discurso en favor del 'Proceso y la reconciliación', sino simplemente ha dejado una visión generalizada de mansa asimilación de la ocupación, legitimación de la Corona inglesa en Irlanda y renuncia a los principios clásicos del Republicanismo irlandés.
Veremos si su apuesta les da el rédito que desgraciadamente creo que buscan, esto es, una nueva campaña de marketing en busca de un electorado más amplio. Tal vez sea así, pero en ese caso debemos de empezar a mirar con más detalle las políticas de un partido que hace gala de ser el verdadero republicanismo irlandés y que ha llegado a llamar a otros 'traidores a Irlanda'.
Por mucho que Martin McGuinness nos hable con una gran sonrisa de que "sigue siendo un republicano irlandés" y que Adams se apresure a comentar que este "gesto" eleva las relaciones entre las distintas partes "a un nuevo plano", lo presenciado con ese apretón de manos conlleva de facto legitimar la figura de una Reina extranjera -Comandante en Jefe del ejército británico- en parte de Irlanda y con ello legitimar la permanencia de la ocupación en pro de una normalidad que a día de hoy no existe.
Sinceramente desde "El norte de Irlanda" esperamos que el 'colchón' con el que sigue contando el SF, por su historia, por su compromiso y ciertamente por su defensa histórica del Republicanismo irlandés, haga repensar ciertas estrategias que en los últimos tiempos están alejando al SF de su posición Socialista y Republicana, acercándolo paulatinamente a los esquemas clásicos de un partido integrado en un sistema, que no olvidemos, esta impuesto desde un país extranjero.
"El norte de Irlanda"
Junio de 2012.
El apretón de manos de Martin McGuinness con la reina inglesa no se hace desde la igualdad, no se hace desde un jefe de Estado a otro, sino desde la sumisión del ocupado frente al ocupante.
No podemos olvidar que la Reina inglesa, comandante en jefe de los ejércitos británicos, sigue representando al Estado que ocupa ilegalmente una parte de Irlanda, la misma parte por la que McGuinness luchó e incito a luchar a otros muchos.
Ambas partes, a buen seguro, tenían sentimientos que esconder, McGuinness por ser republicano irlandés y la Reina inglesa por estrechar la mano de quien pudo intervenir de alguna manera en la muerte de su primo lord Mountbatten, el tío favorito del príncipe Carlos. Pero una parte lo hace desde la espera sumisa al ocupante y la otra lo hace desde la Soberana que 'perdona' a un súbdito descarriado, nunca desde un plano de igualdad.
No seré yo quien califique de traidor a Irlanda a Martin McGuinness, entre otras cosas porque sería de una suma arrogancia tratar de juzgar hechos que deben ser juzgados exclusivamente por sus conciudadanos, algunos de los cuales ya, han dejado de manera anónima en las paredes cercanas a su casa sus opiniones con frases como «Marty, cómo te atreves», o «Sinn Féin vendidos» y otros, de viva voz y sin esconderse, como su ex compañero en el P.IRA en South Armagh, Laurence O’Neill, que en un acto en Crossmaglen no dudo en calificar a McGuinness como «Judas».
Eso sí, puedo opinar y opino, que McGuinness si ha traicionado principios republicanos básicos, ha creado desasosiego e indignación en familias de las víctimas del ejército británico, ha rendido pleitesía al ocupante y ha renunciado a ejercer su derecho como republicano a no mostrar conformidad con la institución monárquica.
McGuinness y el SF se han escondido en el 'Proceso de Paz' para intentar justificar sus hechos, han tratado de explicar que esto se hace como un gesto al unionismo, ese mismo unionismo que horas antes alentaba a las hordas lealistas a atacar una bandera irlandesa puesta en tierra irlandesa, ese mismo unionismo que calla complice ante los cientos de estandartes lealistas paramilitares alzados en la geografía del Norte, ese unionismo que calla ante la brutal agresión lealista a un ex blanketman, que ha dejado a este último con heridas por contusiones y rotura de la nariz y de tres costillas.
Ese mismo unionismo que en estos días irá de la mano de la sectaria Orden de Orange y los lealistas, para dejar bien patente que una parte de su 'cultura' sigue siendo la de imponer el sometimiento a las zonas nacionalistas y republicanas.
Ante todo esto, y ante mucho más, el SF ha apostado por hacer 'un gesto por el Proceso de Paz' un gesto en favor de la 'Reconciliación con el unionismo', en resumen, un pretendido gesto 'por la Paz'.
Realmente, pienso que la intención ha sido más bien de cálculo electoral y en aras a la 'normalización': La primera premisa, sinceramente creo que se les volverá en contra y que más que acrecentar un posible electorado más moderado (sobre todo en los 26 Condados), les hará perder votos republicanos, votos sinceros que no asumen el hecho de que una persona que luchó por unos ideales, poniendo su vida en peligro y alentando a otros a hacer lo propio, haya renunciado a seguir luchando por los principios básicos del republicanismo irlandés.
La segunda premisa, la de la 'normalización' es la lucha que desde hace más de una década están intentando ganar políticos unionistas, como el DUP y el UUP, políticos nacionalistas como el SDLP, políticos republicanos como el SF, y otros como los políticos de Alliance. Ciertamente esta batalla día a día parece que la tienen más controlada de cara al exterior.
Pese a ello, casos como el de Marian Price y Martin Corey, sucesos como los de Black Mountain, las redadas en Creggan o Newry, el sectarismo persistente, la división entre comunidades, los problemas en Maghaberry, la negación de investigaciones independientes como en el caso de Ballymurphy, el lenguaje del 'ellos y nosotros' y multitud de estampas cotidianas, hacen que esa 'normalización' sea solo un espejismo que los Medios y el Capital interesado se encargan de difundir, y que mucha gente en los Seis Condados abrazan bajo la entendible realidad de su deseo sincero de superación de un conflicto que tanto sufrimiento ha llevado a sus gentes, y que tristemente sigue llevando a día de hoy, eso sí, a menor escala.
Se ha conseguido en alguna medida estigmatizar a los grupos republicanos que divergen de la estrategia del SF, se ha conseguido que sean percibidos por muchos como 'adictos al conflicto', 'criminales', 'disidentes'o gente anclada en el pasado y aislada de sus comunidades. Nada puede estar más lejos de la realidad desde nuestro punto de vista, si bien es cierto que algunos de estos grupos a veces pecan de dogmatismo y de una cierta miopía en cuanto a su estrategia, no por ello están alejados de sus comunidades, sino todo lo contrario.
En el ámbito armado, las cosas se mueven por otros parámetros, la infiltración, los intereses bastardos que a veces manejan a estos grupos (sin duda sería interesante comprobar quien mueve muchos hilos, como antes los llegó a intentar mover con el P.IRA, O.IRA, INLA IPLO ... y en ocasiones lo consiguió) y una estrategia que se está demostrando totalmente contraproducente no hacen sino reforzar las posiciones tendentes a la 'normalización'.
Pero dicho esto, el partido hegemónico en el Republicanismo irlandés con el gesto de Martin McGuinness no creo que haya conseguido convencer de su discurso en favor del 'Proceso y la reconciliación', sino simplemente ha dejado una visión generalizada de mansa asimilación de la ocupación, legitimación de la Corona inglesa en Irlanda y renuncia a los principios clásicos del Republicanismo irlandés.
Veremos si su apuesta les da el rédito que desgraciadamente creo que buscan, esto es, una nueva campaña de marketing en busca de un electorado más amplio. Tal vez sea así, pero en ese caso debemos de empezar a mirar con más detalle las políticas de un partido que hace gala de ser el verdadero republicanismo irlandés y que ha llegado a llamar a otros 'traidores a Irlanda'.
Por mucho que Martin McGuinness nos hable con una gran sonrisa de que "sigue siendo un republicano irlandés" y que Adams se apresure a comentar que este "gesto" eleva las relaciones entre las distintas partes "a un nuevo plano", lo presenciado con ese apretón de manos conlleva de facto legitimar la figura de una Reina extranjera -Comandante en Jefe del ejército británico- en parte de Irlanda y con ello legitimar la permanencia de la ocupación en pro de una normalidad que a día de hoy no existe.
Sinceramente desde "El norte de Irlanda" esperamos que el 'colchón' con el que sigue contando el SF, por su historia, por su compromiso y ciertamente por su defensa histórica del Republicanismo irlandés, haga repensar ciertas estrategias que en los últimos tiempos están alejando al SF de su posición Socialista y Republicana, acercándolo paulatinamente a los esquemas clásicos de un partido integrado en un sistema, que no olvidemos, esta impuesto desde un país extranjero.
"El norte de Irlanda"
Junio de 2012.
Muy bueno.
ResponderEliminarGracias mazhuku, ¿te has reconstituido? ;-)
ResponderEliminardificil que el SF cambie hacia adelante, mas bien se ha bajado los pantalones y ahora no habra forma alguna de que se los vuelva a subir porque los britanicos les tienen agarrados por los huevos si quieren conservar su parte del pastel en Stormont. No hay vuelta atras cuando te pliegas.
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