El resultado del referéndum en los 26 Condados sobre el Tratado de Austeridad marca una batalla perdida pero la guerra aún puede ganarse en el camino hacia una nueva Irlanda. Los patrones de votación nos dicen mucho sobre la descomposición de la sociedad irlandesa y la creciente brecha entre ricos y pobres. Los que más han sufrido la tala y quema de la economía de las élites políticas y financieras registraron el mayor porcentaje de votos 'NO'. Al igual que millones de trabajadores en toda Europa, la gente en los 26 condados han dado una clara señal de su determinación de oponerse a la agenda económica neoliberal que está en el corazón de todo el proyecto de la UE.
Los próximos años verán un aumento de la oposición popular como lo vemos con las diferentes campañas en contra de la tasa del hogar, la tasa del tanque séptico (basuras), los recortes agrarios, en salud y los recortes a la educación. La necesidad de unidad entre las zonas urbanas y rurales, empleados y desempleados, jóvenes y viejos, el sector público y privado, nunca ha sido mayor. Las personas deben emprender la tarea esencial de la construcción de un movimiento de masas que sea capaz de actuar como un vehículo para el cambio radical de política, social y económica. Ese es el único medio por el cual vamos a crear la Nueva Irlanda que figura en la Proclamación de 1916. Creemos que nuestro programa por una Irlanda federal, Éire Nua, junto con nuestra política social y económica, Saol Nua proporcionan la base para una nueva Irlanda.
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