miércoles, 12 de octubre de 2011

El ataque del Grand Hotel de Brighton

Un día como hoy, 12 de octubre, hace 27 años el P.IRA intentó acabar con la vida de Margaret Thatcher, uno de los personajes más odiados en el republicanismo irlandés.

Aprovechando el aniversario de aquél ataque, voy a poner algo sobre el tema, para ello me apoyo en un artículo del Observador global.

El 12 de octubre de 1984, una bomba explotó en el Grand Hotel de Brighton, en Inglaterra, donde estaba hospedada la entonces Primera Ministra británica, Margaret Thatcher, quien se salvó de milagro. El atentado, que dejó cinco muertos y 34 heridos, fue llevado a cabo por el Ejército Republicano Irlandés Provisional (P.IRA), que buscaba aniquilar al gobierno tory. ¿Cómo hizo la "Dama de Hierro" para salir increíblemente ilesa del ataque?
Eran casi las 3 de la madrugada. Alojada en el Grand Hotel de Brighton, la Primer Ministro británica, Margaret Thatcher, estaba terminando de escribir, junto con sus asesores, el discurso que iba a pronunciar en el Congreso del Partido Conservador al día siguiente.
Una vez terminado de redactar el discurso, Thatcher se levantó y se dirigió al baño de su habitación. Pero, como por una acción del destino, su jefe de gabinete, Robin Butler, la llamó y le pidió que revisara unos papeles. Thatcher hizo caso y regresó. Segundos después, una bomba explotó en una habitación cercana a su baño, destruyéndolo por completo. Thatcher salvó su vida de milagro, gracias al llamado de Butler.

En su libro de memorias, llamado "Los años de Downing Street", Thatcher relató que, tras el estruendo, se dio cuenta "inmediatamente de que había sido una bomba pero, en ese momento, no sabía que la explosión había ocurrido dentro del hotel".

La bomba, de 50 kilos, no pudo matar a Thatcher, ni a sus ministros de gobierno, que estaban hospedados en el mismo hotel. Sin embargo, cinco personas perdieron la vida por el atentado: Anthony Berry, parlamentario conservador; Roberta Wakeman, la esposa del secretario del tesoro del parlamento; Muriel Maclean, la esposa del político conservador escocés Sir Donald Maclean; Jeanne Shattock, la mujer del presidente de la Asociación Sudoeste Conservadora; y Eric Taylor, titular de la Asociación Noroeste del mismo Partido. Otras 34 personas resultaron heridas ese día.

Su objetivo principal era asesinar a la "Dama de Hierro". Patrick Magee, miembro del Ejército Republicano Irlandés (IRA, según sus siglas en inglés), se había hospedado en una habitación del mismo hotel donde estaba Thatcher para preparar la bomba y dejarla colocada justo contra el baño del cuarto de la Primer Ministro.

El IRA quería deshacerse por completo del gobierno británico. Y qué mejor ocasión para hacerlo que en el hotel Brighton, donde estaban hospedados la Primer Ministro, todo su gabinete y un gran número de miembros del Parlamento. Todos estaban allí para el Congreso del Partido Conservador.

Magee era el experto en explosivos del IRA, por lo cual le fue encomendado el ataque. Bajo un nombre falso, reservó la habitación 629, muy cerca del cuarto donde estaba hospedada Margaret Thatcher. Las huellas digitales halladas en la tarjeta de entrada a la habitación fueron lo que le permitió a la justicia británica, en 1986, acusarlo y condenarlo a 8 cadenas perpetuas, con 35 años de cumplimiento efectivo. Sin embargo, en 1998, Magee fue liberado, tras los famosos acuerdos de paz del Viernes Santo.

El IRA reconoció en un comunicado que aquel 12 de octubre de 1984 no tuvo suerte y que la premier británica "se salvó por cuestión de segundos". Lograr una Irlanda unificada y separar a este país del Reino Unido fue siempre el objetivo del IRA, que se había propuesto conseguirlo a través de atentados como el del hotel de Brighton.

"La señora Thatcher ahora se dará cuenta que el Reino Unido no puede ocupar nuestro país, torturar a nuestros prisioneros, disparar contra el pueblo en sus propias calles y salirse con la suya. Hoy no tuvimos suerte, pero recuerden que sólo tenemos que tener suerte una vez. Usted (Thatcher) tendrá que tener suerte siempre. Otorgue la paz a Irlanda y no habrá más guerra", relataba el mensaje.
A pesar del atentado, a la mañana siguiente, como estaba programado, Margaret Thatcher se presentó en el Congreso del Partido Republicano. Y allí, leyó el discurso que había preparado la noche anterior, segundos antes de que explotara la bomba que mató a cinco personas.

Años después, Thatcher declararía que "el ataque fue un intento no sólo de interrumpir nuestra Conferencia. Fue un intento de mutilar al gobierno democráticamente electo de Su Majestad (…) Este ataque ha fallado, así como lo harán todos los intentos de destruir la democracia a través del terrorismo".

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