Julio de 2011
El pasado mes de julio dos amigos nos desplazamos a Dublín 18 días para visitar a un compañero que está allí trabajando. Contactamos con el dueño de esta web para que nos aconsejara que sitios podíamos visitar lo cual agradecemos y nos sirvió de gran ayuda la verdad.
Llegamos a la noche después de que el vuelo se retrasase 2 horas y allí estaba nuestro compañero para llevarnos a su casa donde vive en compañía de otros chavales, tomamos un poco de whisky irlandés y nos fuimos a dormir ya que al día siguiente empezaría nuestra visita a la ciudad.
Después de descansar toda la noche cogimos un bus y nos desplazamos al centro de la ciudad, O´Conell Street, la primera impresión fue bastante buena, todo muy verde recordándonos a nuestra tierra gallega. Esta calle está repleta de monumentos a escritores, poetas y políticos, y también está el emblemático edificio de correos donde tuvo lugar la batalla en el levantamiento de Pascua, luego seguimos hasta la universidad Trinity College que a mí personalmente me gusto bastante. Después de descansar allí un rato seguimos caminando hacia el castillo de Dublín que la verdad poco tiene de castillo...aun así hay que decir que era bastante bonito y después de hacer las reglamentarias fotos pusimos rumbo hacia la catedral de Cristo (hay muchísimas iglesias y catedrales en toda Irlanda por lo que pudimos apreciar), la catedral era bastante vistosa y estaba unida a un museo vikingo por un pequeño puente que pasa por encima de la carretera. De ahí fuimos a la otra catedral más importante de Dublín que es la de su patrón San Patricio para mi gusto bastante más bonita que la otra y con un parque muy florecido enfrente, allí descansamos otro rato y cuando recuperamos fuerzas decidimos ir a la mítica y quizás más famosa calle de Dublín, Temple Bar, para degustar las primeras pintas del viaje.
Sabíamos que no eran baratas pero una pinta por 6 euros nos pareció excesivo, aun así degustamos unas cuantas invitados por nuestro anfitrión que para algo está currando allí y sus sueldos son bastante abultados, acordes con el nivel de vida como pudimos comprobar. Después de estar hasta tarde en Temple Bar cogimos un bus y fuimos para casa con un buen sabor de boca por el primer día de visita.
Al día siguiente nuestro colega nos dijo que poco más nos quedaba por visitar ya que Dublín es pequeño y ahora solo nos quedaban por ver algunos monumentos más y patear la ciudad.
Aprovechando que él trabajaba fuimos los dos visitantes a perdernos por la ciudad que es como mejor se conoce, dimos vueltas y vueltas por toda la ciudad que no tiene desperdicio y de nuevo para cerrar el día fuimos a Temple Bar a seguir probando las cervezas típicas de allí.
El resto de días por la ciudad fueron un poco iguales, visitando algunos monumentos y parques como Stephen Green al final de una calle llena de comercios y tiendas bastante caras o Phoenix Park que era enorme, la estatua a Oscar Wilde y a iconos del movimiento independentista irlandés como James Connolly o Robert Emmet.
Uno de los días nuestra estancia coincidía con una charla organizada por Éirígí sobre el 75 aniversario de las Brigadas Internacionales, nuestro inglés no pasaba del nivel básico pero aun así logramos entender bastantes cosas, también conocimos a personas del estado español que estaban allí estudiando ya que había bastante gente de aquí.
El 12 de julio decidimos pese a las advertencias de alguna gente ir a Belfast a presenciar la marcha orangista y los disturbios que se pudieran producir como pasa cada año. Llegamos a la mañana y después de pasear por el centro de la ciudad fuimos como nos aconsejo el creador de este blogue a la calle de Falls road que nos encanto la verdad, los murales, el cementerio Milltown, etc...
También visitamos la zona lealista de Shankill Road que no nos gusto mucho ya que estaba algo abandonada y demacrada, aun así los murales lealistas no tienen nada que envidiar a los republicanos por lo que pudimos ver.
Ya a la tarde volvimos al centro a ver el desfile que seguimos un buen rato sorprendidos por las borracheras que llevaban algunos de los asistentes que no paraban de cantar canciones lealistas e insultar a los republicanos que estaban retenidos por la policía en los barrios católicos, en un momento dado, al entrar la marcha en el este de la ciudad unos chavales republicanos lograron escabullirse y lanzar algunas botellas a la marcha que se detuvo ante el desconcierto, después de un momento de confusión la policía tomo posiciones y la cosa no llego a mas, pero nosotros decidimos dejar de seguir el desfile ya que tampoco nos gusta mucho ese ambiente de patriotismo inglés.
Entramos en barrios católicos en los que la gente sobre todo los más jóvenes estaban ataviados con bufandas del Celtic cubriéndoles el rostro y con piedras y palos de golf, la cosa no paso a mayores ya que el desfile no debía de pasar por esa zona y los chavales se fueron hacia donde se divisaba una cortina de humo, nosotros les seguimos y nos encontramos con dos coches en llamas mientras una veintena de jóvenes tiraba de todo a la policía , nos quedamos sorprendidos por la juventud de los chavales, ninguno debía pasar de los dieciocho años, pero sobre todo nos quedamos impresionados con la pasividad de la policía que solo esquivaba los objetos que les tiraban sin intentar hacer frente a los jóvenes que seguro se lo pasaron genial jaja, el momento tenso llego cuando los chavales decidieron pasar más a la acción y lanzaron varios cócteles molotov y pintura a la policía, entonces la policía respondió con una pequeña carga en la que por poco agarran a algún chaval.
Después de ver el enfrentamiento durante dos horas y hartarnos a reírnos de la poca eficacia policial decidimos marchar a la parada de buses para volver a Dublín. Aun eran las 11 y no había nadie absolutamente por las calles céntricas de Belfast cosa que nos choco bastante, pero bueno, llegamos a la estación y después de dos horas de trayecto llegamos a Dublín con una buena historia que contar a la vuelta.Otro de los días de nuestra estancia en Irlanda aprovechamos para ir hasta Derry que era una ciudad que personalmente tenía muchas ganas de conocer por la historia que tiene y que no tiene mucho que envidiar a Belfast si del tema del conflicto irlandés se trata.
Después de tres horas de trayecto llegamos al centro de Derry y a primera vista nos pareció una ciudad muy pequeña y muy dividida (aunque esto todas las ciudades del norte por lo que pudimos comprobar).
Paseamos por el centro de la ciudad y por las murallas que la rodean parando a comer mientras disfrutábamos de las vistas del Bogside, al acabar bajamos hasta allí que era lo principal que queríamos visitar.
Paramos en la tienda de los creadores de los famosos murales de Derry para comprar y ver algunas fotos antiguas de los disturbios y de los murales, por cierto que nos atendió una chica de Valencia muy amable y guapa todo sea dicho jaja. Después de comprar algún recuerdo empezamos a caminar por la calle donde están todos los murales y el museo Free Derry, fue lo primero que visitamos y nada más entrar nos encontramos, como no, con chavales vascos también allí de visita (nos encontramos a bastante gente vascuence durante todo el viaje), el museo está genial y estuvimos allí metidos dos buenas horas, luego continuamos por la calle sacando las obligadas fotos a los murales que son flipantes y enormes, pintadas en favor del IRA y a los monumentos a los caídos.
Después de patearnos todo el Bogside decidimos ir al Sandinos bar en recomendación, como no, del creador de este blog, el bar está cojonudo y después de tomar unas pintas visitamos el nuevo puente de la paz, alguna zona lealista y de nuevo al Bogside por si nos quedaba algo en el tintero, una vuelta por la zona y decidimos poner fin a la visita a Derry y volver a Dublín con cada vez mas fatiga en las piernas con el paso de los días.
Hay que decir que si se visita un país como Irlanda hay que llevar mucho dinero, si no vas a sufrir como me paso a mí que lleve el dinero justo y nos quedamos sin visitar algunas zonas y riñando el dinero.
En otro de nuestros días en la capital fuimos a la fábrica de Guinness que la verdad me decepciono, la entrada 15 euros me pareció un timo pero bueno por lo menos te invitan a una pinta en la parte de arriba del edificio que tiene unas vistas muy bonitas de Dublín.
En una de nuestras noches por Temple bar nos encontramos con tres chavales vascos con los que salimos y lo pasamos de puta madre, una pena que se fueran al día siguiente porque era buena gente.
Con el paso de los días la fatiga acrecentaba y el dinero empezaba a faltar y pasar tantos días en Dublín ya cansaba porque ya lo habíamos visto todo en la primera semana entonces nos dedicábamos a pasear y a ir Temple Bar.
Unos amantes del deporte como nosotros no podíamos dejar escapar la oportunidad de visitar los dos estadios de Dublín, uno de ellos de los más grandes de Europa. Primero visitamos Croke Park que es donde juegan los equipos de Dublín de fútbol gaélico y de hurling, estuvimos en el museo del club e intentando practicar los dos deportes en los que no eramos muy buenos precisamente. Después visitamos el Aviva Stadium que es donde se jugó la UEFA este año y es de los más grandes de Europa pero no pudimos entrar ya que estaba totalmente cerrado.
Ya con pocos días para volver a casa decidimos volver a Belfast a presenciar el Anti-racist Cup en el estadio de Donegal Celtic fc. al oeste de Belfast. Después de patearnos todo Falls Road logramos llegar al estadio gracias a las indicaciones de gente de allí que era muy amable.
Disfrutamos de los partidos que quedaban y colocamos nuestras banderas gallegas a modo de representación aun que no había nadie del estado español como en anteriores ediciones.
Después de los partidos entramos en el edificio que estaba al lado del campo que tenia bar, cocina, sala de fiestas y otra sala donde se hacían charlas, muy completo la verdad.
La primera charla fue de una chica palestina que contó su experiencia en Ramallah, fue bastante corta pero estuvo bien conocer de primera mano lo que ocurre en ese país. Luego fuimos al bar a degustar las primeras pintas del día y de nuevo a otra charla esta vez de Antifascist Action bastante didáctica y con un debate entre los asistentes al final.
Queremos agradecer desde aquí el trato dado por uno de los responsables del torneo que nos regalo una bufanda y camisetas del evento y nos guiaba un poco sobre las actividades que había.
Al entrar la noche todo el mundo fue a la sala de conciertos donde tocarían nada más y nada menos que Los Fastidios acompañados de otros tres grupos. Primero tocaron los grupos menos conocidos por lo que aprovechamos para hacer amistad con gente del Babelsberg 03 de Berlín, la gente del Sankt Pauli y la gente del Celtic de Glasgow entre otros. El concierto de Los Fastidios estuvo a la altura de las expectativas e hizo vibrar a todo el mundo de la sala.
Al acabar el concierto todo el mundo empezó a llamar a taxis de una compañía que había al lado del edificio pero nosotros preferíamos pegarnos la caminata ya que no nos quedaba mucho dinero, la idea no tuvo fruto ya que muchos de los asistentes al concierto nos advirtieron de lo peligroso que sería caminar por estas zonas a estas horas de la noche. Decidimos entonces acompañar a la gente del Celtic y del Sankt Pauli a su hotel y desde allí llamar a un taxi. El trayecto era corto pero había que pasar por una zona lealista. Fuimos un poco nerviosos y atentos pero llegamos al hotel sin problemas, allí la gente del Celtic llamó a un taxi para nosotros y de ahí para la estación de buses a coger un bus a la capital.
El trato ofrecido por la gente conocida fue espectacular ayudándonos en todo e invitándonos a alguna pinta que otra, gracias a todos ellos! Poco más que contar ya que el día siguiente lo pasamos descansando después del tute del día anterior y preparando las maletas para volver a casa.
Esto fue lo que dieron de sí dos semanas en Irlanda en las que mejor no lo pudimos pasar y esperamos volver a visitar a nuestro amigo el verano que viene, eso sí con más dinero...
La verdad si tuviera que quedarme con algo del viaje lo haría con la noche dublinesa ya que es imposible aburrirse con los pubs llenos y con música en directo, lo malo, el precio de las pintas claro, jaja. También agradecer al creador de este blog sus consejos y el poder guiarnos un poco por dónde ir.
Bueno, recomendamos a todo el mundo que vaya a este hermoso país aunque solo sea un par de días porque se pasa genial y la gente es de lo mejor.
Un saludo.
Martín.
Muy bueno y detallado el texto.
ResponderEliminarSí, la verdad es que es una crónica estupenda, que una vez más agradezco a Martín.
ResponderEliminarUn saludo!
Que significa esto: "gente vascuence"
ResponderEliminarBueno, supongo que la expresión en concreto nos la podrá aclarar Martín, a mi tambiem me resultó curiosa.
ResponderEliminarUn saludo!
Tela marinera el mural de "Summer of 69", qué cara más dura jajaja.
ResponderEliminarSí, cuanto menos curioso;-)
ResponderEliminarUn saludo Mazhuku, y dichosos los ojos, que no te leía hace mucho.