domingo, 2 de enero de 2011

Una de aguas...mayores.

El tema del agua en el norte de Irlanda, desgraciadamente está siendo una más que molesta cuestión en los últimos días ( y desde hace más tiempo, las tasas), hoy pongo un artículo de ÍÑIGO GURRUCHAGA para el diario montañes (diario conservador de Cantabria -estado español-).

El mismo Tony Blair expresó su satisfacción por el cambio, en la campaña de las elecciones autonómicas norirlandesas de 2007, de la política abstracta de identidades a la que trata los asuntos de 'pan y mantequilla', como el plan de Londres para introducir en la región el pago del agua. Aunque gente más cáustica que el luminoso ex primer ministro no lo veía de la misma manera.
«Realmente creerá», se preguntaba David Morrison en la 'Irish Political Review', «que el hecho de que Sinn Fein haya tenido el 70% de los votos en Belfast Oeste y el 3% en Strangeford tiene que ver con la factura del agua y no con el hecho de que en un lugar son católicos y nacionalistas y, en el otro, protestantes y unionistas?».
Contra las facturas del agua que quería introducir la Administración británica (subvenciona en torno a un tercio de la economía de la región, única de Reino Unido donde el agua es un servicio público y no se paga) hubo unanimidad entre los partidos ganadores, el Sinn Fein de Gerry Adams y el DUP de Ian Paisley, que con estilo típico fue a ver a Gordon Brown y le exigió el dinero para evitar el pago del agua, so pena de romper el pacto para formar un Ejecutivo compartido.

Hay también unanimidad de ambos partidos también ahora contra NI Water (Agua de Irlanda del Norte), después de que gran parte de la región haya pasado las fiestas navideñas sin suministro. Se llegó a cortar el agua a dos hospitales y la gente ha tenido que hacer largas colas para llenar botellas, ducharse en piscinas municipales o comprar, a unos 21 céntimos por unidad, botellones de limonada -los de agua se agotaban inmediatamente- para limpiar el váter.

La razón técnica del desastre, que se prolongará en menor escala durante esta semana, es que las tuberías del servicio de agua y saneamiento en Irlanda del Norte están entre las más viejas de los sistemas en Europa occidental. La rápida oscilación de temperaturas entre las muy frías -hasta -16º- y las moderadas en los días previos a la Navidad provocaron cientos de rupturas de tubos y cañerías.

NI Water fue creada como ente público en 2007 tras años de inversión insuficiente por un sector público que tenía en la seguridad y el terrorismo la prioridad presupuestaria. Ha tenido una trayectoria de frecuentes pleitos, dimisiones y polémicas. En esta crisis no reaccionó inicialmente, dejó que las reservas de sus envases siguieran manando y escapando por una red quebrada y finalmente tuvo que enfrentarse a una emergencia mayúscula, con el servicio interrumpido, rupturas por doquier, reservas en estados mínimos y un sistema muy ineficaz de información y atención al cliente.
Las batallas internas de la compañía aún no han salpicado, sin embargo, a la gigantesca administración política de la autonomía. El Ministro Principal, Peter Robinson, y el Viceministro Principal, Martin McGuinness, comparecieron juntos, como es la norma para evitar que se pueda caer en sesgos o sectarismos, para calificar la actuación de NI Water como inaceptable y prometer una encuesta.
Al término de la última, en marzo, sobre la adjudicación irregular de contratos, el ministro, Conor Murphy, del Sinn Fein, despidió al presidente de la compañía, a otros tres miembros del consejo de administración y nombró a un nuevo consejero delegado. Los despedidos dicen ahora que el resultado de la purga de Murphy es que eliminó de la dirección a todos los que tenían experiencia en gestionar un servicio de agua.
El ministro Murphy, que pasó cinco años en la cárcel por pertenencia al IRA y por posesión de explosivos, que es diputado por una circunscripción, aquella en la que tiene su granja su jefe de Estado Mayor, Thomas Murphy, que fue un bastión del grupo terrorista, se beneficia ahora de la excepcionalidad de la política norirlandesa. En Escocia, por ejemplo, ha tenido que dimitir el ministro de Transportes del ejecutivo autonómico tras dos días de nieve y caos.

2 comentarios:

  1. Una cosuca: el Diario Montañés es efectivamente un diario conservador de capital vasco (grupo Vocento), pero de Cantabria, trascendiendo el marco de "Santander" que le adjudicas.

    Saludos de un cántabru que vivió en Gaillimth/Galway recientemente, y felicidades por el blog.

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  2. Gracias por la precisión, corregido!
    Y gracias por tu mensaje.

    Un saludo!

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