Sin duda una maravilla de la naturaleza,situada en el Condado de Antrim, en el norte de Irlanda.
Para dar forma a esta entrada me hago eco de dos estupendos textos que reproduzco a continuación:
De Antonio Martínez Ron:
La denominada Calzada de los Gigantes contiene unas 40.000 columnas de basalto provenientes de una erupción volcánica acontecida hace 60 millones de años. En algunos casos, las columnas alcanzan los 12 metros de altura y la acumulación de lava solidificada supera los 28 metros.
La Calzada de los Gigantes fue descubierta en 1693 y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986. La mayoría de las columnas de basalto de estos acantilados tiene forma hexagonal, pero también las hay de cinco, siete u ocho lados. A pesar de tratarse de un fenómeno natural, la meticulosa disposición de los hexágonos hace pensar en que han sido colocados allí por una mano misteriosa.
La explicación científica para la formación de estas columnas está en el proceso de enfriamiento de la lava. Si una corriente se enfría relativamente rápido, se produce una contracción que empuja la lava hacia arriba y provoca la formación de columnas, cuyo tamaño y grosor dependen de la velocidad de enfriamiento. Existen numerosas formaciones de este tipo en todo el mundo, pero es posible que ninguna alcance la espectacularidad y belleza de la Calzada de los Gigantes.
De Pruden Rodríguez:
Cuenta la leyenda que entre los gigantes Finn McCool, de Irlanda, y Benandonner, de Escocia, había una gran rivalidad, aunque nunca se habían visto. El gran guerrero Fin McCool fue el primero en dar un paso para solucionar la disputa y construyó un camino en el mar para cruzar al otro lado y pelear con el gigante escocés: La Calzada del Gigante.
Cuando el camino estuvo por fin preparado, el gigante McCool fue al encuentro de Benandonner dispuesto a hacerle pedazos, pero el guerrero irlandés no contaba con el enorme tamaño de éste. McCool, antes de ser visto, huyó hacia Irlanda y pidió ayuda a su mujer Oonagh. Una versión más amable con la reputación del gigante irlandés dice que nunca fue a buscarle, sino que se quedó dormido el día de la batalla. En cualquier caso, el gigantón Benandonner, viendo que no llegaba, fue a por él aprovechando el camino que había creado.
Fue Oonagh quien tuvo la brillante idea de disfrazar a su marido con ropa de bebé. Cuando Benandonner llegó a casa de McCool pidiendo que saliera a luchar, la mujer del irlandés le dijo que no estaba y le hizo pasar a casa para demostrárselo. Benandonner, al ver las proporciones del supuesto bebé de los McCool, pensó que si la criatura era así de grande el padre debía ser de un tamaño descomunal, así que huyó a toda prisa hacia Escocia destrozando a su paso la Calzada del Gigante. Es por eso que hoy sólo podemos contemplar una parte de aquel fabuloso camino.
Por último ,otra versión de la leyenda nos dice que el gigante Finn McCool, que estaba al mando de los ejércitos del rey de Irlanda, se enamoró de una dama que vivía en Staffa, una de las islas Hébridas(Escocia), y decidió construir una calzada para salvar la distancia y poder llevársela junto a él.
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