martes, 31 de julio de 2012

Martin McGuinness afirma que la masacre de Claudy fue "inexcusable y atroz"

Hoy también se conmemora el 40 aniversario de estos brutales ataques en los que nueve personas fueron asesinadas.

A media mañana del 31 de julio de 1972, explosionó la primera bomba en el pueblo de Claudy. Un ataque en cadena (tres coches bomba) que acabareon con la vida de nueve vecinos, cinco católicos y cuatro protestantes, en aquel enclave del Norte de apenas 1.300 habitantes. Ningún grupo lo reivindicó y tampoco nadie fue nunca detenido.

Con los años la policía norirlandesa, revela cómo los servicios de inteligencia estaban convencidos de que el Padre Chesney era nada menos que el director de operaciones del IRA (Ejército Republicano Irlandés) y estuvo implicado en la planificación.

Ahora 40 años después McGuinness dijo que los muertos y heridos fueron equivocados y que no debería haber ocurrido.

Dijo que debe motivar a "todo el mundo en nuestra sociedad para garantizar que esas terribles tragedias no vuelvan a ocurrir".

"Hoy se conmemora el aniversario de Claudy", dijo McGuinness.

"Es también el 40 aniversario de [la muerte de] dos jóvenes desarmados de Creggan en Derry que fueron tiroteados por el ejército británico".

"La semana pasada fue el Viernes Sangriento. La próxima semana es el aniversario de la matanza de 19 personas en Ballymurphy durante la semana del internamiento".

"Es mi firme opinión que tenemos que encontrar una mejor manera de lidiar con el legado del conflicto que va más allá de los actos individuales de conmemoración o recuerdo y comenzar a lidiar con el dolor muy real que existe en nuestra sociedad".

McGuinness, dijo que "todas las familias de quienes murieron o resultaron heridos merecen y tienen derecho a la verdad sobre la muerte de sus seres queridos".

"Nosotros en conjunto debemos redoblar los esfuerzos para curar la profunda herida causada por los atentados de Claudy y todo el sufrimiento, en 1972, y seguir construyendo sobre el progreso de nuestro proceso de paz", agregó.

La víctima más joven, Kathryn Eakin, tenía ocho años, estaba limpiando las ventanas de la tienda de comestibles de su familia cuando estalló la primera bomba.

Las otras personas que murieron eran:

Joseph McCluskey de 39 años.

David Miller de 60 años.

James McClelland de 65.

William Temple de 16.

Elizabeth McElhinney de 59.

Rose McLaughlin de 51.

Patrick Connolly, de 15.

Arthur Hone de 38 años.

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