sábado, 22 de enero de 2011

Bob Doyle

Hoy hace 2 años que murió Bob Doyle, un brigadista internacional que ha pasado a ser símbolo de la solidaridad irlandesa con la República en la guerra civil española.

Bob Doyle (1916-2009)

Nació en un barrio obrero del norte de Dublin en 1916, precisamente en el año que se produce el conocido alzamiento de Pascua, punto de partida de la revolución irlandesa contra el imperialismo británico. Su infancia por lo tanto está unida a la guerra anglo-irlandesa primero y a la trágica guerra civil irlandesa después. En su juventud ve nacer el nuevo Estado Libre de Irlanda, comienza su militancia política en Fianna y junto con otros grupos de ideología socialista despiertan la lucha por los derechos de las clases populares contra los privilegios de unos pocos. Son los primeros años de la década de los 30 y los jóvenes proletarios protagonizan numerosos enfrentamientos contra los blueshirts (camisas azules) del movimiento paramilitar fascista que dirigía el general tradicionalista irlandés O’Duffy. En uno de esos ataques Bob Doyle sufrió daños permanentes en su ojo izquierdo, razón por la que su imagen quedó asociada para siempre a un característico parche negro que usaba habitualmente.

La vida de Bob Doyle sufre un antes y un después a raiz del golpe de Estado perpetrado por Franco y sus secuaces contra la democracia republicana. La valentía de los voluntarios antifascistas que acudieron a la llamada internacional cobró mayor valor en Irlanda ya que la propaganda anticomunista que hacía la influyente jerarquía de la Iglesia católica a favor de Franco era muy importante. En febrero de 1937 Doyle cumplió los 21 años en el frente, precisamente en la sangrienta batalla del Jarama dónde cayeron muchos compañeros brigadistas irlandeses. También luchó en Belchite y en otras duras batallas del Frente de Aragón hasta que posteriormente fue hecho prisionero por las tropas fascistas en 1938. Fue capturado en una emboscada en Aragón junto a otros brigadistas, entre ellos el histórico dirigente del IRA Frank Ryan. Fueron encerrados en el monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos), uno de tantos lugares que los franquistas convirtieron en campo de concentración. Allí Doyle fue torturado por falangistas e interrogado por los servicios secretos alemanes de la Gestapo nazi, llegaron incluso a simular su ejecución.

Su liberación se produjo gracias a un intercambio de prisioneros, por el que se canjearon brigadistas internacionales presos en campos de concentración franquistas por 110 soldados fascistas italianos en manos del bando republicano en Gandía. A comienzos de 1939 el grupo de prisioneros internacionales fue conducido desde Burgos a la prisión de o­ndarreta en Donostia. En ese traslado estaba Bob Doyle, tras pasar varias semanas encerrados en Donostia fueron liberados en el puente que une Irun con Hendaia.

Tras ser liberado se puso inmediatamente a colaborar con el Partido Comunista para crear una red clandestina de resistencia antifranquista. Durante la II Guerra Mundial se embarcó en un buque inglés para abastecer a las tropas aliadas contra Hitler. Se casó con Lola, una mujer asturiana, y se asentaron en Londres. Bob Doyle continuó con su activismo político. Dedicó toda su vida a luchar por un mundo más justo, coherente hasta el último día. Demostró su compromiso contra el fascismo desde sus primeros años en Dublin primero contra los blueshirts y después contra el ejército franquista, dando paso a su trabajo clandestino contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial... y lejos de abandonar el activismo a medida que pasaron los años enlazó su militancia dandole continuidad en todo tipo de causas solidarias, movimientos de izquierdas y luchas anticapitalistas: en defensa de la clase obrera, iniciativas contra el bloqueo a Cuba, a favor de la revolución bolivariana de Venezuela, movilizaciones contra la guerra de Irak, protestas antiglobalización e incluso a favor de la legalización del cannabis.

Bob Doyle es una figura referencial para el movimiento popular que trabaja por la recuperación de la Memoria Histórica Democrática y Antifascista, él ha sido un asiduo de las celebraciones de homenaje a las Brigadas Internacionales, tanto en el Estado español como en Irlanda. Su trayectoria política lo convierten en un referente y su nombre no se borrará de la historia. Bob Doyle seguirá vivo mientras siga encendida la llama de la solidaridad internacionalista.

Bob Doyle murió el 22 de enero de 2009 a los 92 años, en Londres, el jueves por la noche tras una corta enfermedad, Bob Doyle fue el último superviviente de aquella generación de irlandeses que fueron al estado español a luchar por la República y contra el fascismo.

Discurso de Bob Doyle en en el Jarama el 16 de febrero de 2007, sacado del Foro por la Memoria:

“¿Sacrificaron en vano sus vidas mis camaradas?” La respuesta dependerá de Uds. Tomen la lucha y únanse en la larga batalla por la más noble de las causas: la liberación de la humanidad. Entonces, el sacrificio de mis camaradas no habrá sido en vano; habrá sido una fuente de aliento.LA LUCHA CONTINÚA.

Bob Doyle (16-02-2007)


Hola a todos: Estoy aquí de pie, en el campo de batalla de Jarama, y recuerdo con dolor los camaradas que sacrificaron sus vidas. Pienso especialmente en los compañeros irlandeses: Charlie Donnelly y Kit Conway, personas bondadosas que vinieron a España, como yo, para combatir el fascismo. Sí, vinimos a luchar, pero también compartíamos un ideal, una visión del futuro. Veíamos al fascismo como la expresión más cruel del capitalismo y por ello luchamos por un mundo diferente; un mundo donde todos pudiéramos vivir en paz, en hermandad y en armonía con el medio ambiente.

Al mirar al mundo actual, sin caer en la sentimentalidad, debo hacer la siguiente pregunta: “¿Mis camaradas sacrificaron en vano sus vidas?” Algunos dicen: “Sí, perdimos la guerra en España, pero el fascismo fue finalmente derrotado. Ahora tenemos democracia en España e, incluso, un gobierno socialista”. Bien, todo eso puede ser cierto, pero ¿y el ideal por el que vivieron y murieron mis camaradas? ¿Acaso podemos afirmar que ese ideal ha triunfado en España cuando en las últimas elecciones cerca de la mitad del electorado votó por un partido que está volviendo a sus raíces fascistas?

Todo el mundo ha podido contemplar los asesinatos en masa cometidos en Latinoamérica y Vietnam así como los genocidios o limpieza étnica que se están cometiendo en Sudán y en Palestina. Vemos un imperialismo brutal en Iraq y Afganistán, aumenta la producción y venta de poderosos armamentos, el uso de armas químicas y la militarización del espacio. Vemos ataques descarados a los derechos y libertades civiles y la introducción, cada día más alarmante, de tecnologías para la vigilancia y control de las personas por parte del Estado. La justicia ha sido ha quedado enlodada con el secuestro de sospechosos sin sentencia judicial para ser torturados… y todo ello en nombre de la democracia

Puede que Hitler y Franco estén muertos, pero ¿podemos afirmar que el fascismo ha sido derrotado? En lugar de uniformes ahora llevan trajes. En lugar de siniestros símbolos y saludos, utilizan las compañías de relaciones públicas. En lugar de desenfrenados discursos racistas y chauvinistas, ahora utilizan el lenguaje del Cristianismo y la Democracia. Pero no podemos caer en sus trampas. Los fascistas están vivos y gozan de buena salud; siguen presentes en las instituciones de poder. Por tanto, vuelvo a hacer la pregunta: “¿Mis camaradas sacrificaron sus vidas en vano?”

Hoy estamos a punto de sufrir una terrible catástrofe medioambiental. El capitalismo no tiene medios para resolverla porque es el propio capitalismo quien la ha causado. Hace pocos días, algunos importantes hombres de negocios del mundo emitieron una declaración urgiendo a George Bush a tomarse en serio el calentamiento global. Esos hombres de negocios no son estúpidos y ven el futuro que se nos echa encima. Pero piensan que con algunos simples retoques podrán conservar su poder y riqueza.

En 1905 un obrero irlandés mostró en un libro la naturaleza del capitalismo con una parábola parecida a las de Cristo: “Si un día nos damos cuenta de que es posible envasar el aire, los capitalistas lo harán. El aire se convertirá en una mercancía básica y será comprado y vendido. Entonces aparecerán los aire-millonarios, quienes tendrán grandes almacenes con botellas de aire, más del que podrían necesitar y con el cual podrían respirar en muchas vidas... Al mismo tiempo, existirán personas - hombres, mujeres y niños - muriendo en las calles por falta de aire”.

Esta era el futuro del capitalismo que Robert Tressal preveía en 1905. ¿No se parece al que vemos hoy en día? Personas que mueren por falta de agua potable, de alimentos y medicinas y ven el medio ambiente destruido por el saqueo de sus recursos naturales… mientras otras viven en medio de un lujo extravagante.

La visión de un mundo en donde todos podamos vivir juntos en hermandad, y en armonía con el medio ambiente, parece cada vez más lejano. Y, por tanto, me vuelvo a preguntar: “¿Sacrificaron en vano sus vidas mis camaradas?” Si Uds., las generaciones de ahora, no hacen nada, el fascismo triunfará y la humanidad tendrá que afrontar una terrible catástrofe. En ese caso, tendré que responder a la pregunta que vengo haciendo: “Sí, mis camaradas murieron en vano”. De Uds. depende la decisión de luchar por un mundo diferente. Pero nunca olviden que están luchando por un ideal. Si bien algunas veces nos vimos obligados a defendernos con las armas, éstas nunca pueden ni deben imponerse a las ideas. Las armas de la victoria son la educación, la organización y la desobediencia civil.

Lo que puedo decirles hoy a Uds., desde mi experiencia de una vida de lucha, es la importancia de la unidad. La unidad de todos los que rechazan el fascismo y comparten el deseo de un mundo mejor es un elemento esencial para el triunfo, sean cristianos o marxistas, liberales o anarquistas, reformistas o revolucionarios. Ésta es la versión actual del viejo Frente Popular. Si tenemos que movernos a un ritmo lento, seamos pacientes y movámonos, aunque sea despacio. Pero siempre unidos y hacia adelante.

Y si tenemos en cuenta todo esto, cuando vuelva a preguntar: “¿Sacrificaron en vano sus vidas mis camaradas?” La respuesta dependerá de Uds. Tomen la lucha y únanse en la larga batalla por la más noble de las causas: la liberación de la humanidad. Entonces, el sacrificio de mis camaradas no habrá sido en vano; habrá sido una fuente de aliento.

LA LUCHA CONTINÚA.

Bob Doyle. Jarama, febrero 2007


Referencias usadas :

Kaos en la Red.
Innisfree.
Foro por la memoria histórica.

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